CREANDO ESPERANZAS...
"Hoy, antes del alba, subí a las colinas, miré los cielos apretados de luminarias y le dije a mi espíritu: cuando conozcamos todos estos mundos y el placer y la sabiduría de todas las cosas que contienen, ¿estaremos tranquilos y satisfechos? Y mi espíritu dijo: No, ganaremos esas alturas para seguir adelante". Walt Whitman
EMILE
Cuando mi alma (permítaseme este ambiguo término, siempre puesto bajo sospecha) llama a la puerta para hacerse escuchar, trato de estar en disponibilidad para abrírsela. Brinda la presencia de una muy fina o sutil energía más allá del ego, que de repente nos colma de plenitud y cosmicidad. Los hindúes le llaman “el toque de la Shakti”. Vislumbramos por instantes una realidad que se nos escapa, pero que se traduce como un impulso para que no dejemos de buscarla. ¿No será, como dicen los grandes místicos, que la buscamos porque élla ya viene buscándonos? O ¿no será que si la buscamos es porque de algún modo ya la hemos hallado?
Emile guarda un hermético silencio. Quizá porque sabe, como diría Ramana MahrIshi, que “el silencio es siempre elocuente; es el mejor idioma”.
Emile guarda un hermético silencio. Quizá porque sabe, como diría Ramana MahrIshi, que “el silencio es siempre elocuente; es el mejor idioma”.